11.8.05

HANS-HERMANN HOPPE, por Juan Ramón Rallo


NOTA: A recensão abaixo de Juan Ramón Rallo tem todo o interesse. Não concordo com a doutrina de Hoppe, um hayekiano selvagem que leva a cataláxia até à abolição do Estado, mas pronto: fica on-line e já agora em castelhano (mch)

"El profesor Hans-Hermann Hoppe es uno de los máximos exponentes de la Escuela Austriaca de Economía, en su postura más libertaria. Sus aportaciones recorren el campo de la ética —donde fundamenta los derechos naturales en la argumentación habermasiana— , de la epistemología —sistematizando la metodología de la economía, equiparándola con la geometría, las matemáticas u otras ciencias a priori— y, cómo no, en la economía —refutando el concepto de bienes públicos y perfeccionando la crítica austriaca a la imposibilidad material del socialismo—.

Ahora bien, quizá su teoría más controvertida y estudiada haya sido el análisis de la monarquía y de la democracia, contenido en su obra 'Democracy: The God that Failed'. Durante sus conferencias en España del pasado mes de abril, el profesor Hoppe aprovechó para presentar la edición española de su libro con el título 'Monarquia, Democracia Y Orden Natural. Una Vision Austriaca De La Era Americana'.

El libro es, en realidad, una recopilación de artículos y charlas que Hoppe ha venido dando durante los últimos años. Su objetivo no es sólo reinterpretar la historia moderna, mostrando como el paso de la monarquía a la democracia supone, en realidad, una involución histórica, sino también defender el orden natural anarco-capitalista; esto es, ausencia de Estado y primacía del derecho a la propiedad privada.

Para Hoppe el Estado es un monopolio territorial de decisión última que actúa mediante su aparato coactivo sobre los habitantes de dicho territorio. Y en este sentido, el régimen de propiedad que se detente sobre semejante aparato condicionará el grado de su calamidad. Así, la monarquía absoluta representa, generalmente, una propiedad privada sobre el Estado, con lo que las actuaciones del Rey tendrán un horizonte temporal a muy largo plazo, evitando dilapidar su patrimonio. La democracia, en cambio, supone una propiedad pública del aparato de compulsión, con lo cual, existirán incentivos para transformar el patrimonio nacional en liquidez —mediante la recaudación fiscal—, en aumentar la oferta dineraria o en contraer unas deudas que pagarán futuros gobiernos.

De alguna manera, los miembros de cualquier gobierno democrático, dada su efímera permanencia, intentan obtener beneficios demagógicos a muy corto plazo, despreciando las consecuencias de sus irresponsables acciones que tendrán que afrontar ulteriores gobiernos. Esto es claro, como ya hemos comentado, en el caso de la deuda pública. Un gobierno puede decidir endeudarnos ya que no será él quien deba afrontar su devolución y las consecuencias de su funesta actuación las padecerán otros gobernantes.

Contrariamente, el monarca absoluto puede, desde luego, contraer deuda pública, pero será una deuda frente a la que tendrá que responder él o sus sucesores. Los datos resultan elocuentes: rara vez la deuda pública alcanzó en las monarquías el 5% del PIB, mientras que hoy suelen posicionarse alrededor del 50% (y en algunos casos como Japón alcanza el 160%).

También resulta interesante el análisis Hoppeano de la I Guerra Mundial como el punto y final de la época monárquica, cuyos efectos más tenebrosos fueron la dominación fascista y comunista de medio mundo. Hoppe asegura que el conflicto bélico trocó de una disputa territorial a un conflicto ideológico tras la intervención de los EEUU en lo que considera una "Guerra Civil Europea". La guerra ideológica desembocó en una guerra total, las economías nacionales se cerraron y se militarizaron, en una suerte de socialismo de guerra y el caos soviético tras la abdicación del zar alzó a Lenin, tras el golpe de Estado, con el poder absoluto. Tanto el 'kaiser' alemán como el Emperador austro-húngaro (Estado desmembrado y humillado tras la I Guerra Mundial) hubieran frenado el avance fascista y nacional-socialista surgido al socaire de la amenaza comunista; pero las débiles repúblicas creadas por el intervencionista Wilson no resultaron suficientemente robustas para ello. La 'Pax Americana' es, en opinión de Hoppe, uno de los mayores fiascos de la historia.

Aún así, el autor defiende únicamente la el sistema monárquico como un mal menor. Se declara un fanático anarco-capitalista cuya ambición última es derrumbar el Estado; precisamente a esto, a explicar cómo funcionaría una sociedad sin Estado ni injerencias en la propiedad privada dedica otra parte de su obra.

Así pues, en un mismo volumen se analizan cuestiones tan polémicas como la involución democrática, el derecho a la secesión, la restricción de la inmigración, la necesaria alianza con los conservadores, la defensa de lo que él denomina orden natural, la producción privada de defensa, y la estrategia para acabar con el Estado ante la imposibilidad de limitarlo. Un libro muy polémico, con alguna carencia importante, pero, desde luego, de imprescindible lectura.

La traducción española y la introducción al libro han sido realizadas por D. Jerónimo Molina y el libro esta publicado en Ediciones Gondo."

Reproduzido Juan Ramón Rallo @ 09/05/2004